En esta plataforma, los grupos musicales pueden subir sus canciones, dar la la posibilidad de embeberlas para que sean incluidas y escuchadas en otras webs, permitir la descarga de los archivos de audio en diferentes formatos (mp3, aac, flac, ogg…), decidir si cobrar por la descarga, añadir metadatos como letras, carátulas… Y todo ello en una web cuya interfaz austera y sin publicidad hace que destaque tu marca y tu música por encima de todo.

Aunque Myspace, por su condición de red social, siga estando más orientada para la parte comercial, Bandcamp es una plataforma de alojamiento, y a la vez de distribución mucho más compacta y fácil de enlazar. Así, cualquiera puede acceder a tu música, y llegar recomendarla embebiéndola en su web o compartiéndola en las redes sociales (Facebook, Twitter…).

Además Bandcamp genera beneficios a las bandas, a través de la descarga de sus canciones, aunque la plataforma se lleve un porcentaje. Un enfoque muy rentable para grupos que, o no pueden permitirse, o no quieren trabajar con discográficas.

Cada vez surgen más grupos musicales, en parte por la democratización de este tipo de fórmulas de marketing, antes impensables mas allá de tu barrio sin un potente altavoz, o una discográfica. Esta realidad choca con lo que alegan algunas compañías y autores, que acusan a Internet de estar matando a la música. Además de no ser cierto, muchas empresas de la industria musical se han dado cuenta y están encontrando nuevas fórmulas de negocio en plataformas online como iTunes, o vía streaming como Spotify o Imeem.