Para activar este servicio, hay que acceder al panel de activación del mismo en el siguiente enlace: facebook.com/twitter. En esta página deberás iniciar la sesión de tu cuenta de Twitter (usuario o email, y contraseña), y después podrás configurar qué clase de contenidos quieres que sean los que se trasladen a la red social del pajarito azul: estados, enlaces, fotos, vídeos, notas, creación o adhesión a eventos y grupos, etc. Esta configuración se podrá cambiar en cualquier momento si así lo deseas.

La única condición indispensable para que tus actualizaciones en Facebook se repliquen en Twitter es que han de ser contenidos sin restricciones de privacidad, es decir, solo las actualizaciones de carácter público (la que viene por defecto) son las que tus followers verán directamente en Twitter.

Así, las nuevas opciones de la privacidad de las publicaciones que implementó Facebook recientemente (siguiendo la línea marcada por los círculos de Google+), quedan excluidas de esta vinculación entre ambas redes, como forma preventiva de salvaguardar ciertos contenidos en una red tan abierta como es Twitter.

La estrategia de Facebook con esta vinculación es clara, y no es casualidad que la propia red de Mark Zuckerberg la haya fomentado. De esta manera, los usuarios activos de las dos redes sociales, pasarán previsiblemente más tiempo en Facebook, y esa mayor permanencia (uno de los objetivos de su Spartan Project) se traduce en mayores beneficios publicitarios.